Un ex empleado de Apple, reveló lo complejo que era trabajar con el fundador de Apple.
Andy Grignon explicó que el smartphone original no tenía pantalla táctil.
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Andy Grignon no se imaginaba que el dispositivo en el que estaba trabajando como parte del staff de ingenieros de Apple terminaría convertido en uno de los inventos más influyentes de los últimos tiempos. Era 2004, y a él solo le interesaba que el prototipo de este nuevo "teléfono" funcionara de manera perfecta. Del iPhone que terminaría llegando al mercado en 2007 había apenas algunos esbozos.
Desde su hogar, en California, este ex empleado de Apple y uno de los pocos que participaron directamente junto a Steve Jobs en la fabricación del primer iPhone recuerda cómo fueron esos días, hace ya más de una década, en los que los teléfonos solo servían para las llamadas de voz. "Empezamos jugando un poco con la idea de lo que sería el iPhone en 2003, pero demoró mucho que el equipo ejecutivo convenciera a Steve de darle luz verde al proyecto. Algunos comenzamos la creación de prototipos en 2004, y construimos exactamente lo que la gente habría esperado en ese momento: las funcionalidades de un teléfono ensambladas a un iPod", recuerda el desarrollador, quien visitará Chile para participar del encuentro MeetLatam BBVA-"El Mercurio", que se desarrollará el próximo 21 de abril en el hotel W.
Grignon recuerda que, en esos primeros bocetos, en el dispositivo se utilizó la misma "rueda click" que un par de años antes había revolucionado la industria de la música en el iPod, pero ahora aplicada a un teléfono. En ese entonces la pantalla touch era todavía una ilusión, de modo que el aparato funcionaba con un complejo sistema de iluminaciones y controles que permitían pasar de la función teléfono a la de reproductor. "Si tú llamabas o mandabas mensajes, tenías que usar esa interfase, y debo reconocer que era tan espantoso para usar como suena. Con el tiempo se nos ocurrió el diseño que finalmente se construyó", recuerda Grignon.
Tras abandonar la compañía de la manzana mordida en 2007, este desarrollador emigró a Palm, donde trabajó en lo que más tarde sería el sistema operativo webOS. Luego de eso fundó Quake Labs, y se unió como socio a Siberia, dos compañías ligadas al mundo de las aplicaciones y los desarrollos tecnológicos. Hoy, asegura que la próxima gran revolución en materia de gadgets viene por el lado de la realidad virtual. "He visto algunas tecnologías que no han sido anunciadas todavía y que son realmente increíbles", adelanta.
-¿En la época del primer iPhone sabía que estaba trabajando en un producto que tendría un impacto global?
"No creo que ninguno de nosotros nos hayamos dado cuenta del impacto de lo que estábamos construyendo... era sólo otro dispositivo. Lo que sí recuerdo fue el momento en el que comprendí lo útil que podría resultar. En ese entonces, si uno no sabía hacía dónde tenía que ir, conseguía una dirección en MapQuest, o lo que fuera, y las imprimía. Me olvidé de hacer todo eso una vez y recordé que tenía mi prototipo de teléfono en el auto. Parado en un semáforo, gugleé las direcciones, y me di cuenta entonces de lo cool que era esta cosa nueva que tenía".
-Usted tuvo la oportunidad de trabajar con Steve Jobs. ¿Cómo fue su relación con él?
"Tuve la 'oportunidad' de trabajar para Steve -definitivamente no con él, ya que había una jerarquía muy clara-, que comenzó cuando yo estaba desarrollando en MacOSX. En esa época me acababan de pasar a trabajar en una gran cantidad de proyectos que le importaban a él, por lo que mi relación con él progresó hasta los intercambios de ideas, ir a su casa para ayudarlo con problemas que tenía y, finalmente, en la construcción del teléfono".
"Nuestro último encuentro fue después de que despachamos el iPhone, ya que yo decidí seguir a mi antiguo jefe, Jon Rubinstein, a Palm. Él se enteró de mi renuncia, y me llamó a su oficina. Esos fueron probablemente los 45 minutos más incómodos de mi vida profesional... Él pasó de '¿Qué se necesita para mantenerte en la compañía?', hasta lanzar amenazas sobre lo que sucedería si trataba de llevar a alguien conmigo. Así que los recuerdos que tengo yo de él, por lo general, se clasificarían como "estresantes" y ocasionalmente 'eufóricos', que era cuando él me daba un cumplido".
-Apple acaba de lanzar un iPhone más pequeño, y hay dudas sobre el éxito del smartwatch. ¿Qué opina sobre el nuevo rumbo de Apple?
"Debo decir que estoy un poco decepcionado, pero sigo teniendo esperanzas de que hay algo más grande y mejor que viene. Sé que es difícil de golpear constantemente con algo más grande y mejor, pero también hay que reconocer que ha habido algunos fallos que parecen fuera de lugar para ellos. He generado bastante ruido acerca del Apple Watch y en cómo no ha sido realmente lo que yo esperaba".
"Lo sigo usando todos los días, pero sobre todo para encontrar ideas para hacerlo mejor. La razón por la que me fui de Apple a Palm fue porque sabía lo que venía: años de la iteración en lugar de innovar".
 Los planes de GrignonAdemás de participar de MeetLatam, Grignon liderará la charla "iPhone, Jobs y el futuro digital: la visión de Andy Grignon", organizada por "Encuentros El Mercurio". La cita será el 21 de abril, a las 19:30, en el auditorio de la Sofofa.
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